Conexión – Y. Rodríguez
El término conexión se refiere a la acción de vincular dos o más cosas entre sí, o al estado de estar vinculando permanentemente. La palabra puede tener multiples significados y aplicaciones según el contexto. A continuación, mencionaremos tres conexiones fundamentales en la vida del creyente y de la iglesia.
La conexión con Dios
Es un tema profundamente personal, íntimo y significativo. Esta conexión se fomenta y se experimenta a través de diferentes prácticas: oración, lectura de la biblia, obediencia a los mandamientos, adoración, meditación, ayuno.
La conexión con el prójimo
Es importante para establecer y mantener una conexión saludable y ética con el prójimo. Para ejercitar esta conexión, es necesario: amar al prójimo, tener misericordia y compasión, brindar perdón, el servir a los demás, practicar la justicia social.
La conexión con la naturaleza y humanidad
Es intensa, especialmente el Antiguo Testamento presenta a la creación como una obra de Dios destinada a ser cuidada y respetada por los seres humanos. En Génesis 2:15, se narra que Dios colocó al hombre en el jardín de Edén “para que lo labrara y lo cuidara”. Esto implica una responsabilidad dada al ser humano para proteger y mantener la salud de la creación, sugiriendo que la relación entre los seres humanos y la naturaleza debe ser de resguardo y no de explotación.