Uno de nuestros propósitos es desarrollar una relación cercana e íntima con Dios a través de su Palabra. Ella es el medio por el cual conocemos su carácter, su amor y su voluntad. Mateo 22:37-38 expresa claramente, que el primer y mayor mandamiento es amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza.
Somos discípulos de Cristo, y nuestro llamado es vivir conforme a la verdad de la Palabra de Dios. Nuestro propósito es reflejar esa luz en nuestra vida cotidiana, en nuestras palabras, decisiones y acciones, para que otros vean a Cristo en nosotros.
Según Mateo 28:19-20, Dios nos invita a llevar su Palabra a otros, enseñarles a seguir a Jesús, a ser un faro de su amor y verdad para los demás. Nuestro propósito es hacer crecer el reino de Dios en la tierra, usando la Palabra para edificar a otros, para animarlos, guiarlos y ayudarlos a crecer en la fe.